La construcción de un acuario puede ser muy variable en cuanto a materiales y diseños.
El recipiente
- Tamaño: El acuario, cuanto más grande, es más saludable ya que el ecosistema que se creará en él será mucho más estable cuanto mayor sea el volumen de agua. Son mucho más sencillos de mantener los acuarios grandes que los pequeños.
- Forma: Hay formas muy bonitas, algunas más modernas y originales pero en general cuanto más largo y ancho (en lugar de alto y estrecho), mejor. Es interesante que tenga gran superficie de contacto con el aire, para que el agua se oxigene mejor.
Es recomendable que lleve tapa incorporada. Una cubierta bonita a juego con el recipiente (que lleva el fluorescente incorporado) y sobre la que podemos colocar incluso algún adorno (pequeño jarrón, portarretratos...) tiene dos interesantes funciones:
- evita la evaporación de mucha cantidad de agua
- evita que los peces salten fuera del agua, problema por desgracia muy frecuente si no encuentran obstáculos
El filtro
El filtro es el elemento encargado de retener, degradar y eliminar las impurezas y deshechos que se van acumulando y disolviendo en el agua mediante una bomba de succión, que obliga a ésta a circular a través de diversos materiales filtrantes (esponja, carbón, lana de perlón, materiales cerámicos, turba, etc.) y en los que los restos orgánicos y detritus quedan atrapados. A continuación el agua, limpia ya de materiales en suspensión, vuelve al acuario manteniendo los parámetros bioquímicos del pequeño ecosistema en unas condiciones estables.
En el mercado se dispone de gran variedad de marcas y modelos, cada uno de ellos con sus ventajas e inconvenientes. A la hora de la elección deberemos tener en cuenta la capacidad del acuario, los tipos de peces que en él vamos a alojar, nuestro presupuesto y la opinión de un profesional que nos aconseje del tipo más idóneo.
Existen varios tipos de filtros: de mochila, de fondo, exteriores, seco-húmedos, pero en nuestro caso lo más recomendable es el uso de filtros interiores, colocados dentro del acuario (sumergidos totalmente), nos proporcionan una buena calidad de agua y son cómodos a la hora de limpiar, aunque el espacio interior para alojar en él materiales filtrantes es limitado. Es probablemente el sistema más popular, empleado sobre todo en pequeños acuarios que no superan los 100 litros. Para los de capacidad superior a 120 litros no resulta la opción más recomendable.
La luz
Para la iluminación utilizaremos lámparas, habitualmente reguladas por un temporizador ajustado de una decena de horas a una docena de horas por día. El mejor método es utilizar lámparas fluorescentes hortícolas u otras lámparas especiales adaptadas a las necesidades de las plantas tanto en calidad como en cantidad
Aireación
No es un artículo de primera necesidad, pero sí un complemento recomendable. Se utiliza para, por medio de un pequeño compresor conectado a piedras difusoras (con distintas formas y tamaños, según gustos), introducir aire en puntos concretos del acuario. Además de la oxigenación tienen una gran función estética.
Instalación del acuario
Tras decidir el emplazamiento exacto y colocarlo sobre alguna mesa suficientemente robusta para soportar el peso que pueda llegar a alcanzar, procedemos:
a) Colocamos una base de piedras, previamente lavadas, en el fondo (disponemos en tiendas especializadas de multitud de colores, formas y tamaños de gravas para acuarios). Mezclado con la grava es recomendable poner abono para plantas naturales. Aun en el caso de que hubiéramos decidido no poner plantas naturales, siempre podemos cambiar de opinión más adelante y resulta más engorroso añadirlo después. Toda la base tendrá un espesor mínimo de unos 5 ó 6 centímetros. Si hemos decidido emplear un filtro de fondo, las placas serán colocadas bajo esa base de piedras.
b) Parte de la decoración elegida puede ser interesante ponerla a continuación (por ejemplo: rocas de mucho volumen).
c) Llenamos buena parte del recipiente con agua de la canilla (dos tercios del volumen total) e introducimos el resto de la decoración según nuestros gustos (hay muchas posibilidades entre las que elegir, fondos de acuario, rocas, grutas, plantas naturales o artificiales y figuras ornamentales. Lo normal es que intentemos esconder o disimular los aparatos eléctricos (filtro, tubos del difusor etc.) entre las plantas o tras las rocas.
d) Terminamos de rellenar con agua todo el acuario y añadimos productos que neutralizan el cloro, cloraminas y metales pesados (sustancias nocivas para los peces).
e) Por último debemos poner filtro, calentador e incluso iluminación en funcionamiento y esperar un mínimo de 24 horas antes de añadir los peces de agua fría (y un mínimo de una semana si vamos a poner peces tropicales). Mientras tanto iremos añadiendo productos acondicionadores del agua e iremos analizando ciertos parámetros fundamentales para el equilibrio del ecosistema.
Las plantas de acuario
Inconvenientes
1.- Nos exigen dedicar más tiempo al acuario: hay que observarlas atentamente, vigilar por si vemos que enferman, si son parasitadas y diariamente eliminar los restos de hojas que pierden y se estropean.
2.- Resultan algo caras, ya que, aunque se regeneran bastante, crezcan y algunas se repueblen muy bien, es normal que poco a poco vayan muriendo y tengamos que adquirir nuevas de vez en cuando.
Ventajas
- Indiscutible elemento decorativo.
- Mejoran la calidad del agua y ayudan a mantenerla en perfectas condiciones constituyendo una auténtica depuradora-biológica-natural: descomponen las sustancias orgánicas, eliminan ciertos gérmenes patógenos y sustancias tóxicas, impiden el crecimiento de las algas, son refugio y lugar de desove para los peces y algunas incluso producen antibióticos.
Puede haber más de cien especies de plantas disponibles en las tiendas, la mayoría “palustres”, es decir, que pueden vivir en las riberas de los ríos y estanques y por tanto desarrollarse bien tanto sumergidas por completo como con zonas fuera del agua siempre que la disponibilidad hídrica sea muy elevada.
Plantas de acuario más usuales
- Para primer y segundos planos: Anubias, Echinodorus, Cryptocoryne y Aponogeton
- Plantas de tallo: crecen bastante por lo que tienen que colocarse hacia el fondo: Cabombas, Hygrophilas, Ludwigias, Vallisneria asiática etc.
- Plantas flotantes: sólo interesan en caso de acuarios abiertos, no tienen sentido en los tapados (Pistia, Riccia, Wolffia...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario