Un problema que se presenta con una cierta frecuencia es la pérdida de velocidad en la conexión a Internet. Este problema puede estar motivado por diferentes causas, unas controlables por nosotros y otras en las que no podemos hacer nada, ya que no dependen de nuestro equipo, a veces ni tan siquiera de nuestra conexión.
Vamos a ver cuáles son las causas más frecuentes de esta pérdida de velocidad, pero antes quiero repetir algo que ya he dicho en otros tutoriales. La velocidad en Internet no sólo depende de nuestro ordenador y de nuestra conexión, sino que también depende de la velocidad a la que se conecte el servidor con el que conectamos. Si conectamos con un servidor lento nuestra conexión va a ir lenta, ya que la velocidad siempre de adecua a la del servidor más lento.
Dicho esto vamos a ver cuales suelen ser las principales causas de que la conexión se ralentice:
Saturación del servidor:
Los servidores a través de los que nos conectamos suelen ser sumamente potentes, pero no de una capacidad inagotable, por lo que si el número de conexiones concurrentes en un momento dado sobrepasa el ancho de banda de la conexión de dicho servidor, este va a ralentizarse al no poder negociar todas las peticiones que recibe.
Saturación de la línea:
Otro tanto podemos decir de las líneas de la centralita a la que se conecta nuestra línea telefónica (esto es aplicable a las líneas ADSL).
Estado de la línea telefónica y distancia a la centralita:
También tiene una gran influencia en la velocidad de nuestra conexión la distancia a la que nos encontremos de la centralita que nos sirve la señal telefónica y el estado en la que esta línea se encuentre. En líneas modernas no suele haber muchos problemas, pero en líneas ya antiguas sí que los hay, ya que se producen muchos ''ruidos''. Estos ruidos hacen que nuestra línea pierda velocidad, ya que la velocidad de la conexión siempre está supeditada a la calidad de transmisión de datos y a la integridad de estos, es decir, que siempre va a primar calidad de señal sobre velocidad de esta.
Saturación o lentitud del servidor con el que queremos conectar:
Como ya hemos comentado anteriormente, la velocidad en Internet no sólo depende de nuestro equipo o de nuestro servidor ISP. Si estamos intentando conectar con otro servidor y este o bien tiene poco ancho de banda o bien está saturado, la velocidad de la conexión se reducirá notablemente.
Ante estos cuatro casos muy poco o nada podemos hacer, ya que no depende en absoluto de nosotros, pero hay otra serie de factores en los que sí que podemos hacer algo. Vamos a ver cuáles son estos.
Calidad de la instalación de la línea telefónica:
Si bien en el exterior no podemos controlar la calidad de la instalación de la línea telefónica, dentro de nuestra casa sí que podemos hacerlo. Podemos asegurarnos de que el cableado sea de la máxima calidad posible (sobre todo cuando va a recorrer distancias grandes), que los cajetines de conexión sean de calidad y estén perfectamente conectados, que los cables telefónicos no compartan el conducto con cables de electricidad y que no pasen cerca de fuentes de interferencias electro magnéticas.
Además debemos asegurarnos de que todos los teléfonos conectados (incluidos todos los aparatos que usen la conexión RTB) tengan su correspondiente microfiltro conectado, y de que este se encuentre en perfecto estado. Los microfiltros es conveniente sustituirlos cada cierto tiempo.
Debemos evitar realizar empalmes en la línea telefónica, y si es imprescindible hacerlos se deben hacer mediante soldaduras y aislarlos perfectamente. Para este aislamiento es recomendable utilizar tubitos termofungibles.
Adecuación del ancho de banda contratado al número de equipos conectados:
El ancho de banda que contratamos con nuestro operador ISP es fijo, lo que quiere decir que si conectamos varios equipos estos van a tener que repartirse ese ancho de banda. Este reparto no se hace de forma matemática (es decir, si tenemos 1Mb contratado y dos equipos conectados no significa que vamos a tener exactamente 512Kb en cada equipo), sino que se reparte según las necesidades de cada equipo, garantizando siempre un mínimo. Pero lo que no podemos conseguir es tener la misma velocidad con un solo equipo conectado que con dos o más. La velocidad hasta el router si es la misma, pero la velocidad en cada uno de los ordenadores no es en este caso la totalidad de la velocidad de la conexión.
Tipo de tráfico que estemos manteniendo:
Por seguridad e integridad de datos muchos programas anteponen la transmisión de grandes ficheros a la de información de pequeña capacidad, por lo que si estamos realizando alguna descarga va a ser esta la que se lleve la mayor parte de nuestro ancho de banda, y por lo tanto vamos a notar una cierta ralentización en la navegación.
Televisión y otros servicios:
Debemos recordar que la televisión por ADSL (como por ejemplo Imagenio) utiliza nuestro ancho de banda ADSL para su transmisión. Esto quiere decir que nuestra velocidad contratada no sólo es para Internet, sino que también es para estos servicios adicionales. Si tenemos contratados 3Mb y tenemos contratado Imagenio no son 3Mb más Imagenio, sino 3Mb incluido Imagenio.
Programas del tipo P2P:
Los programas del tipo P2P son grandes consumidores de ancho de banda, llegando incluso a hacer la navegación prácticamente imposible. Esto es algo que en principio no debe ser ni más ni menos grave, solo algo de lo que debemos ser conscientes, pero lo que sí que es más grave es que cuando desconectamos estos programas, en la mayoría de ellos la conexión con el servidor no se corta totalmente, es decir, que aunque cerremos el programa, salvo que reiniciemos el ordenador, muchas de las conexiones permanecen abiertas, y por lo tanto consumiendo ancho de banda.
Actualizaciones de programas:
Las actualizaciones de programas (sobre todo las de Windows y antivirus) suelen tener preferencia sobre otro tipo de tráfico, por lo que cuando estas se están efectuando podemos notar una pérdida de velocidad en nuestra conexión. Esto no es malo, sólo algo a tener en cuenta.
Si necesitamos que no nos afecten estas actualizaciones siempre podemos deshabilitarlas, eso sí, recordando que debemos actualizar nuestros programas al menos una vez al día, sobre todo los antivirus.
Antivirus y Firewall:
Estos son los causantes de una buena parte de las pérdidas de velocidad en las conexiones. Tanto los antivirus activos como los Firewall ralentizan bastante la comunicación con Internet. Claro que en este caso nos encontramos ante un dilema. ¿Qué preferimos, navegar rápidos o navegar seguros?
Para muchos la respuesta a esta pregunta es clara. Yo solo quiero hacer una puntualización a este respecto. Cuanto más se ralentice la conexión es porque tanto uno como otro han encontrado mucho material que analizar.
En cuanto al Firewall es importante que lo tengamos bien configurado. Si se trata del Firewall de Windows Vista, en los tutoriales Firewall de Windows Vista: Configuración Básica y Firewall de Windows Vista: Configuración Avanzada tenemos unas indicaciones de como configurarlo.
Estado de nuestro equipo:
El estado de nuestro equipo influye también en la velocidad de la conexión. No tanto la velocidad en sí de este ni la cantidad de memoria que tengamos como el que tengamos el disco duro muy fragmentado y una cantidad muy grande de archivos en el historial de Internet, en páginas sin conexión e incluso en las Cookies.
Una limpieza del equipo (tal y como se indica en el tutorial Eliminar archivos temporales del PC) es siempre una buena medida, no solo de cara a la velocidad de nuestra conexión, sino de cara a la velocidad y seguridad de nuestro sistema en general.
Virus, Spyware, Adware y demás malware:
Esta es una de las principales causas de la disminución de la velocidad en la conexión. Es tanta su influencia que puede llegar a dejarnos el ordenador totalmente bloqueado, haciendo la navegación simplemente imposible. Es muy importante que no nos conformemos con tener un antivirus residente, sino que de vez en cuando analicemos todo nuestro ordenador, tanto con el antivirus como con el programa anti espías que tengamos. También es importante disponer de un buen anti troyanos.
Conexiones no permitidas a nuestro router:
Si disponemos de una conexión mediante router y este tiene conexión Wifi es muy importante que tengamos activada la encriptación WEP.
Esto va a impedir que personas no deseadas se conecten a nuestra línea, ocupando evidentemente una buena parte de nuestro ancho de banda.
Si no tenemos conectados dispositivos Wifi a nuestro router lo mejor es entrar en su configuración y deshabilitar dicha conexión. Se trata de un proceso muy rápido y en caso de necesitar activar dicha conexión lo podemos hacer en cualquier momento (se tardan aproximadamente 15 segundos en hacerlo). Muchos router ofrecen la posibilidad de efectuar esta conexión/desconexión mediante un pequeño pulsador situado en la parte posterior del router.
A todas estas causas hay que añadir siempre un mal funcionamiento del módem o del router, aunque un fallo en estos es más probable que nos presente problemas de desconexión que de ralentización.
Y ya por último, recordar una cosa que parece que por más que se repite no se tiene en cuenta. Cuando contratamos una línea ADSL2+ no contratamos una línea de 10Mb o de 20Mb (como pretenden en su publicidad casi todas las compañías), sino de hasta 10Mb o hasta 20Mb, siendo siempre la velocidad que se expresa la máxima que se nos va a suministrar. El proveedor en todo caso sólo garantiza un mínimo (que tenemos que ver en el contrato). A la velocidad contratada, para empezar, hay que descontarle el ancho de banda que utiliza la conexión para su propia gestión, que está entre el 5% y el 15% del ancho de banda servido por el proveedor (OJO, digo servido, NO contratado). Esto quiere decir que en una línea de 3Mb, en la que el proveedor nos sirve 3Mb, nosotros vamos a tener una velocidad de 2.85Mb como máximo. Este porcentaje es menor cuanto mayor sea la velocidad contratada, pero nunca suele ser menor de 150 - 200Kb.
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